Por: Luis Minutti
El día de hoy quiero hablarte de la película mexicana “A cop movie”, dirigida por Alonso Ruizpalacios (Museo, Güeros, Narcos Mexico). Es un filme muy peculiar que cae en la categoría de documental pero que mezcla algunos aspectos de ficción. La historia es un análisis del cuerpo policial en la ciudad de México y las diversas problemáticas que afrontan los policías como parte de una sociedad que les juzga, exige y, de cierta forma, oprime también.
El documental sigue dos casos, el de Teresa y el de José de Jesús “Montoya”. En un principio, la cámara sigue a Teresa, quien nos cuenta parte de su vida y lo que la inspiró a volverse policía. Ella afronta diversos obstáculos, entre los que se encuentra identificarse como mujer en un oficio dominado por los hombres. Además, nos comparte anécdotas de algunas de las situaciones más complejas que le ha tocado vivir en sus rondines. De manera similar, la historia nos presenta a Montoya en la segunda parte, quien describe la situación social de su comunidad cuando era niño y las decisiones que le llevaron a pertenecer a la policía.
En la tercera parte nos enteramos que Montoya y Teresa están en una relación amorosa. En ese momento, el documental comienza a seguirlos como pareja, no sólo romántica, sino también de patrulla. Aquí el documental no teme adentrarse en detalles cursis y mucho más personales, ofreciendo unos personajes de carne y hueso, el lado más vulnerable de quienes se ven obligados a mostrar dureza y frialdad.
Más tarde, la historia vuelve a sorprender a la audiencia cuando revela cómo fue hecho el documental. Cómo se involucró a los actores y, de alguna forma, el estilo investigativo y técnico del filme. Aprendemos que los actores se infiltraron en la academia de policía por 100 días para experienciar lo que significa formarse como policías, convivir con sus colegas y adquirir los valores del gremio. El espectador es retado a comprender una realidad desde los ojos de los protagonistas, que ahora no sólo son los entrevistados, Teresa y Montoya, sino los infiltrados, la actriz Mónica del Carmen y el actor Raúl Briones.
Créeme, yo también estaba confundido por unos minutos. El suspenso no se sostiene por mucho tiempo y la audiencia finalmente obtiene resolución, aunque para nuestros personajes de la “patrulla del amor” ese no sea necesariamente el caso. Ellos nos dan un repaso de la corrupción y el abuso de poder en un sistema en el que les toca ser victimarios y víctimas, juez y parte. Nos dice Montoya, “critican al policía de ser corrupto, de ser una persona que abusa de su poder, pero no se ponen a pensar por qué lo hacemos…porque al fin de cuentas la corrupción no se acaba”. Describen a grandes rasgos este mal necesario y por qué parece que “se cubren todas las necesidades del servicio”. Además nos comparten el escalofriante dato de cuanto gana un policía al mes en la ciudad de México…¡te vas a sorprender!
Como puedes leer, este documental es arriesgado y se siente experimental e innovador. Resulta que está basado en una idea del documental “The police tapes” de 1977 que explora la experiencia de policías en Nueva York. Ruizpalacios retoma este método participativo para contar una historia que igual genera empatía como rabia y desesperanza. El filme tuvo 15 nominaciones y el editor mexicano Yibrán Asuad ganó el Oso de Plata en el festival de cine de Berlín por su sobresaliente contribución artística en este proyecto. Puedes ver “Una película de policías” en Netflix Canadá.
Mujer policía me pones la carne fría,
Porque no me metes preso
y arreglamos esto
-Los Amigos invisibles
También puede interesarte: Lorena, Light-Footed Woman (2019)

Psicólogo de profesión que actualmente es profesional registrado con el Colegio de Psicoterapeutas de Ontario y trabaja como terapeuta de adolescentes y adultos. Emigró a Canadá en el 2013 para obtener un posgrado en psicoterapia en la Universidad de Toronto. Es apasionado de la música, el cine y las artes en general. Ha colaborado escribiendo en algunas publicaciones locales en Guanajuato, México. Desde muy joven toma clases de música y actualmente disfruta pasar su tiempo libre en Toronto junto a sus instrumentos musicales.