Por Cristina Vázquez
La inclusión es vital en el llamado regreso a la nueva normalidad, particularmente si se le concibe como una evolución necesaria frente a los estragos por el coronavirus tanto en el gremio artístico, como en la vida misma.
Un recordatorio de la importancia de ser inclusivos fue, sin duda, la muerte del afroestadounidense George Floyd ocurrido el pasado 25 de mayo, a causa de la brutalidad policiaca en Minéapolis, y el impulso que volvió a cobrar el movimiento Black Lives Matter desatando grandes protestas por la injusticia racial en Estados Unidos y a nivel internacional.
La comunidad BIPOC (Black, Indigenous and People of Color), que agrupa a negros, indígenas y gente de color (entiéndase latinos, asiáticos y la población de Medio Oriente, entre otros), hizo un llamado a la acción el 8 de junio para que las personas se sumaran a una serie de demandas dirigidas al teatro estadounidense en manos de la supremacía blanca.
Su intención, manifiesta en la página web We See You, White American Theatre, es generar un nuevo contrato social para mejorar las condiciones laborales mediante un ambiente antirracista y seguro para los productores, líderes, miembros del consejo, artistas, el equipo creativo y el staff BIPOC que trabajan dentro y fuera de Broadway.
Las demandas también contemplan audiencias más incluyentes y cambios en los contenidos de las historias que se cuentan sobre los escenarios. Los teatros en Estados Unidos, dicen, nutren su programación mayoritariamente con artistas blancos y a los BIPOC con dificultades se les contrata, de vez en cuando, para justificar las exigencias de un proyecto diverso.
Exhortan a estos hacedores de teatro blancos que se esfuercen en financiar
propuestas BIPOC, en lugar de hacer que éstos busquen sus propias fuentes de recursos económicos. Solicitan la formación de críticos capaces de analizar estas propuestas diferentes. A la academia le exigen ir más allá de la estética predominante, y le piden que apueste por una enseñanza libre de estereotipos. “Formamos un colectivo multidisciplinario y multigeneracional dispuesto a discutir cómo el racismo y la supremacía blanca han moldeado y corrompido las instituciones teatrales en Estados Unidos al demandar un espacio más equitativo y seguro para la comunidad BIPOC”.
Esta marginación racial no se circunscribe al teatro, también se experimenta en la ópera, como lo consigna el artículo Opera Can No Longer Ignore Its Race Problem, publicado por The New York Times y escrito por Joshua Barone el 16 de julio de 2020. El autor reconoce que, mientras los cantantes de color se han posicionado a nivel internacional, fuera del escenario los puestos de liderazgo están ocupados por los blancos (llámese el director de orquesta, el director de escena, así como los managers y los CEO de las compañías, entre otros). The Metropolitan Opera House, la casa operística por excelencia, en sus 137 años de existencia, advierte Barone, no ha escenificado una sola obra de un compositor negro.
La inequidad racial prevalece en otras artes porque la historia oficial ha relegado las aportaciones de los afrodescendientes y de los latinos o latinxs, término que trasciende los géneros masculino y femenino con el que se hace referencia a los latinoamericanos que nacieron y viven en los Estados Unidos.
Desigualdad de género
En México e Iberoamérica, a diferencia de lo que ocurre en EUA, la falta de inclusión en el mundo del arte es más marcada entre las mujeres, los indígenas y la comunidad LGBTTTIQ, es decir, entre las minorías culturales, que son conjuntos de individuos que, aunque no sean menos numerosos que otros conjuntos de individuos, se encuentran por razones históricas, económicas, políticas o de otro tipo en una condición de desventaja dentro de la sociedad, de acuerdo a la definición del experto Paolo Comanducci.
El COVID-19 ha visibilizado la desigualdad de género. Ejemplos notorios son los webinars de la región iberoamericana en los que he participado.
Ni siquiera las charlas sobre la cultura cuentan con una reflexión equilibrada, porque predomina la presencia masculina, como ocurrió, el jueves 21 de mayo de 2020, al celebrar el Día de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo por parte de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).
En la conversación virtual impulsada por la OEI, con especialistas “del más alto nivel en la región”, entre los seis panelistas había una sola mujer: Adriana Moscoso del Prado, Directora General de Industrias Culturales, Propiedad Intelectual y Cooperación del Ministerio de Cultura y Deporte de España.
La falta de paridad de género también fue evidente en la conferencia inaugural del foro MUdaL (Música & Transformación Digital en Iberoamérica), que se llevó a cabo de manera virtual el pasado 16 de julio. Todos los ponentes fueron hombres: Paul Brindley (Music Ally), Octavio Arbeláez (Circulart-Mapas), Sergio Arbeláez ( FIMPRO), Igor Lozada (Cultura UDG) y Enrique Vargas (SEGIB). Me pregunto: ¿es que no hay una sola mujer en los equipos de estas instituciones participantes? Supuestamente la inclusión y el principio rector del gobierno federal mexicano que dicta «no dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera» son la base del Programa Sectorial de Cultura 2020-2024, publicado el 3 de julio en el Diario Oficial de la Federación y derivado del Plan Nacional de Desarrollo, de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lo cierto es que esta guía de las políticas públicas del sector de la cultura, donde se habla de garantizar el acceso a la cultura de forma igualitaria para todas las personas, priorizando a los grupos históricamente excluidos, acaba siendo, como lo han dicho varios especialistas, entre ellos Ishtar Cardona, un documento cargado de buenas intenciones que carece de acciones.
Cardona llegó a esa conclusión en la mesa de análisis impulsada por la ONG
Interactividad Cultural y Desarrollo, que se transmitió en vivo el 8 de julio de 2020, y donde fue la única mujer que participó al lado de Carlos Villaseñor, Ernesto Piedras y Carlos Lara G.
Si bien la pandemia ha implicado el cierre de espacios y la cancelación de actividades artísticas, no hay que olvidar que ofrece la oportunidad histórica para repensar la agenda desde puntos de vista más flexibles y creativos, para reformar la cultura al priorizar la inclusión en la práctica e ir más allá del discurso.

Cristina Vázquez, director of Contenidos Artísticos Production and Diffusion, is a cultural manager, programmer and producer. One of her main purposes is to promote the circulation of the Performing Arts.
Mexican, from the city of León, she graduated from the Communication Sciences career and continued her training as a cultural manager with studies from the National Council for Culture and the Arts and in 17, the Institute of Critical Studies, where she obtained the Cultural Management Certificate from the Critical Entrepreneurship.
Cristina Vázquez has the strong conviction that going to meet new viewers, both in Mexico and in the United States and other countries, contributes to fighting stereotypes, opening new communication channels and forming communities.
Her quest is to create lasting relationships between audiences, artists and institutions. The expansion of audiences, she thinks, generates knowledge and understanding among the inhabitants of this global village.
In 2012 she founded Contenidos Artísticos, a firm dedicated to the programming, production and dissemination of artistic and cultural projects, based in Mexico, which is complemented, since 2015, with Contenidos Artísticos INC, based in Chicago, Illinois.
With the multidisciplinary collaboration of important allies, Cristina Vázquez advised the Municipality of Zacatecas in the elaboration of its Cultural Development Plan and coordinated the National Book Fair (Fenal) from 2006 to 2009. Since 2016, she has been collaborating permanently with the Cultural Institute of León in various programming and production projects.
She was a programmer at the Teatro del Bicentenario in León, has worked with the Teatro Juárez in Guanajuato and developed and operated the urban meeting “Todo sobre Ruelas” in Zacatecas.
In addition, in 2012 and 2013 she produced and programmed the José Alfredo Jiménez International Festival, which pays tribute to the great Mexican icon and singer-songwriter, in Dolores Hidalgo, Guanajuato.
Since 2013 she works for the National Institute of Fine Arts and Literature (INBAL). She has produced and coordinated important projects with the Mexican National Ballet Company having as headquarters the Palacio de Bellas Artes and the Juárez Theater, during the Cervantino Festival, as well as with the National Opera Company and the National Theater Coordination. In 2019, she began a collaboration with the National Center for the Arts (CENART) by producing the International Black and White Piano Festival.
In 2018, she made alliances with agencies in the United States for the circulation of the performing arts in Mexico. This is how she presented Fuse, a group based in Italy, with its multimedia performance Dökk and the Colombian company Sankofa Danzafro with its acclaimed show La ciudad de los otros.
Through Contenidos Artísticos INC, the production agency, for the past five years she has focused on bicultural work between Mexico and the United States. Her work has been to find spaces for Mexican artists to present themselves on the other side of the border, while contributing to the construction of an image of Mexican culture and art that transcends the folkloric.
In 2017 she introduced the Mexican poet Rojo Córdoba, who worked with Spoken Word groups, in Chicago. And the following year she promoted three Mexican bands: Troker, electronic jazz; Doble Redoble, contemporary cumbia, and Sonido Gallo Negro, a psychedelic cumbia group for which she organized a tour in the United States. This in conjunction with various Latino festivals and organizations in Chicago, such as the Mole de Mayo Festival. Thanks to these alliances, she has produced tours for artists from Chicago and other cities in the United States in Mexico.
During November 2018, she invited Mexican programmers to see, both in Chicago and New York, the work of Manual Cinema, a multidisciplinary company that combines cinematographic techniques with shadow theater, sound and music to create immersive experiences.
She co-produces the Tania Pérez-Salas Company since 2018. During 2019 she worked on the organization of their tour through Mexico, the United States and Canada, which would take place in the following year.
As of January 20, 2020, Vázquez is the first Mexican woman to be part of the Board of Directors of the Association of Professionals for the Performing Arts (APAP), which emerged in 1957 in the United States and is a world leader in this cultural field. One of their main tasks is to participate and promote REDI (Racial Equity Diversity and Inclusion) policies.
The great pragmatism and permanent professionalism of Cristina Vázquez has allowed her to contribute to the artistic and cultural development of Mexico and its international projection.
Versión en español
Cristina Vázquez, directora de Contenidos Artísticos Producción y Difusión, es gestora cultural, programadora y productora. Uno de sus propósitos principales es fomentar la interculturalidad a través de la circulación de las artes.
Concibe la interculturalidad como el encuentro, la interacción y reconstrucción de las distintas culturas locales. En palabras del experto argentino Carlos Moneta, permite comparar formas de vida y establecer comunicaciones portadoras de imágenes, valores y contenidos que afectan las identidades más allá de la nacionalidad.
En 2012 fundó Contenidos Artísticos, firma dedicada a la programación, producción y difusión de proyectos artísticos y culturales, con sede en México, que se complementa, desde 2015, con Contenidos Artísticos INC, con sede en Chicago, Illinois.
A través de Contenidos Artísticos INC, la agencia productora, se ha enfocado desde hace un lustro en el trabajo bicultural entre México y Estados Unidos. Su labor ha sido la de buscar espacios para que los artistas mexicanos se presenten del otro lado de la frontera, aportando a la vez la construcción de una imagen de la cultura y el arte mexicano que trasciende lo folclórico.
Esa apertura de espacios permite visualizar, en ambos países, que las artes escénicas son una herramienta indispensable para construir un intercambio artístico de calidad permanente y atender a la diversidad de públicos.
Originaria de León, Guanajuato, Vázquez es egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación y
continuó su formación como gestora cultural con 17, Instituto de Estudios Críticos.
El gran pragmatismo y la permanente profesionalización de Cristina Vázquez le han permitido coadyuvar
al desarrollo artístico y cultural de México y su proyección a nivel internacional.
A partir del 20 de enero de 2020, Vázquez es la primera mujer mexicana en formar parte del Consejo Directivo de la Asociación de Profesionales de las Artes Escénicas (APAP por sus siglas en inglés), surgida en 1957 en Estados Unidos y líder a nivel mundial en este ámbito cultural.
Recientemente organizó la gira de la Compañía Tania Pérez-Salas por México, Estados Unidos y Canadá, pero debido a la pandemia derivada del coronavirus el grupo de danza contemporánea únicamente alcanzó a dar un par de funciones, el 13 y 14 de marzo, en el Teatro Juárez de Guanajuato con el apoyo de EFIDANZA.
Add comment