Un joven emprendedor cubano está dando de qué hablar en las playas de Toronto. Se trata de Pedro Pablo Aguilera, quien después de perder su trabajo como bartender debido a la pandemia decidió cambiar de aires y reinventarse. Fue así como tuvo la idea de crear Playa Kayak, un pequeño negocio de renta de kayaks en The Beaches, uno de los vecindarios más pintorescos de la ciudad.
The Bridge platicó con él sobre su empresa cuyo trato personal y hospitalario garantiza que los clientes descubran una de las experiencias más increíbles que Toronto ofrece en el verano.

¿Consideras que Playa Kayak es hija de la necesidad?
Sí, la necesidad de sentirme útil sobretodo. Durante el confinamiento, en junio del año pasado, sufrí mi primera catarsis emocional. Una noche me levanté llorando sin entender la razón y lloré muy fuertemente por largas horas. Al parecer, la falta de ejercicio, el no tener trabajo y el estar encerrado motivó esa catarsis tan enérgica. A la mañana siguiente me levanté renovado y decidí caminar al lago. Fue allí, meditando frente al lago, donde me vino la idea. Éste es un lugar espectacular y yo tenía dos kayaks que me había regalado mi madre. ¿Por qué no rentarlos pensé? Y mirando el lago, recordé el litoral Habanero y comencé a moverme.
La necesidad nos regala muchas veces esos llamados momentos eureka, el famoso: ajá.

You Can Take The Man From The Island But You Cannot Take The Island From The Man
Recordaste el litoral Habanero dices. ¿Cuál es la conexión de Playa con la Habana?
Bueno yo me crié a unos pocos metros del mar. En un municipio de La Habana llamado Playa, y en un barrio nombrado Miramar. Mis primeras memorias son en la costa. Por otro lado, mi abuela paterna vivía literalmente frente al mar, en una famosa playa habanera de roca caliza conocida como la Playita de 16. Mientras que mi abuela materna vivía a solo unos metros del malecón, que es un pequeño muro de concreto desnudo que separa a los habaneros del mar.
Cuando nos mudamos a este barrio hace 6 años, la cercanía con ese gran cuerpo de agua dulce que es el Lago Ontario me hizo de cierta forma sentirme en casa. Para colmo el nombre de esta hermosa comunidad lo dice todo: The Beaches. El nombre del negocio no podía ser otro que: Playa.
Para ser honesto consideré nombrarlo Yemaya Kayak en honor a la diosa afro-cubana que rige los océanos. Yemaya en la religión católica se sincretiza con La virgen de Regla que es la patrona de la ciudad donde nací. Una virgen negra que vela por los habaneros desde una iglesia ubicada en el corazón del puerto de la ciudad. De niño una vecina y amiga de la familia llamada Elvira, que practicaba la santería, solía cantarle a Yemaya. Disfrutaba mucho escuchar esas canciones mientras jugaba bajo una mata de aguacate. El canto en lengua Yoruba aún lo recuerdo muy bien: «Asesu Yemaya, Yemaya Asesu». Pero al final me decidí por Playa Kayak para no darle una connotación religiosa a la naciente empresa. Aunque me gustaría pensar que Yemaya protege a mis clientes cada vez que salen remando, de igual manera que el chaleco salvavidas.

Dijiste que empezaste con dos kayaks. ¿Cómo fue ese primer día y cuántos tienes ahora?
Sí, comenzamos con solamente dos kayaks. Abrimos un primero de julio, el Canada Day. Jamás lo olvidaré, si bien la playa estaba llena de gente y estábamos ofreciendo precios mucho más competitivos que otros negocios en el área, la gente no nos tomaba muy en serio, pero aplaudían el espíritu emprendedor. Después de unas cuantas horas sin ningún cliente, naturalmente comencé a desanimarme, pero mi mujer que es una guerrera me dijo: ni jugando te rindas, es el primer día. A los pocos minutos se aparecieron los primeros dos clientes, eran de México. Estaba tan contento que les renté dos horas por el precio de una hora. Recuerdo sus caras perfectamente, los primeros nunca se olvidan, aún guardo con recelo ese primer waiver. Regresé feliz ese día a casa. Al otro día me puse a trabajar en nuestra presencia online y el resto es historia. Hoy contamos con una pequeña flota de diez embarcaciones, seis kayaks y cuatro stand up paddle boards.

¿Quiénes son tus clientes mayoritariamente?
Principalmente parejas jóvenes, luego grupos de amigos y finalmente pequeños núcleos de familia. La inmensa mayoría de nuestros clientes provienen del GTA, por lo tanto esto significa interactuar con el mundo, algo tal vez único de esta ciudad por su inmensa diversidad. La comunidad latina sin duda nos ha respondido muy bien, muchos llegan haciendo burlas de lo fría que puede estar el agua y luego terminan nadando como si estuviesen en Cancún o Cartagena. Este último verano fue más cálido de lo acostumbrado. Nos causa gran placer en días de buen Sol ver a los clientes gozar de una experiencia que nunca creyeron posible en las aguas del Lago Ontario.
Por muchos años ignoré el poder de las aguas dulces, al ser un hombre de mar. Pero la sal con el paso del tiempo se convierte en miel, y playa no tiene sal, pero nos sobra azúcar como diría Celia Cruz. Nuestros clientes notan la dulzura en el trato y por eso regresan.

¿Cuáles han sido tus mayores retos?
Esto es un trabajo duro, la logística es más complicada de lo que parece. Yo no tengo auto o camión, y lo muevo todo con mis manos. Muchas veces hacerlo todo solo es extenuante, los dolores de espalda son gajes del oficio, pero al final siempre vale la pena. Los clientes muchas veces llegan tarde o se olvidan del tiempo distraídos tirándole fotos al skyline de Toronto. No los culpo, el skyline de la ciudad es totalmente diferente desde el lago.
A pesar de lo duro que puede ser el trabajo y esto no es un cliché: ganarse el pan de cada día con el sudor de la frente es algo que honra y te hace más humilde. Mientras más dura es la jornada más satisfacción siento al caer rendido en la cama.

¿Cuáles han sido las situaciones más difíciles que has tenido que enfrentar?
Para mí la prioridad siempre será la seguridad de mis clientes. Tal vez por estudiar Relaciones Internacionales donde los asuntos de seguridad son de suprema importancia, yo siempre les digo a mis clientes: Seguridad, Seguridad, Seguridad. Esto quiere decir que muchas veces me toca decirles a los usuarios que no es un buen día para kayakear. Y claro, muchas veces se molestan si no los dejo salir cuando las condiciones del tiempo no lo permiten. Si no es un buen día nadie sale, dicen que los marineros son supersticiosos y yo soy bisnieto, nieto y sobrino de capitanes. Si algo no huele bien, siempre confió en mi instinto y dejo que los genes de mis ancestros hagan el razonamiento.





¿Cuál fue la mejor experiencia con Playa Kayak el primer año?
Sin duda haberme reencontrado con mi primo mayor, la pandemia nos permitió estar juntos y pasar tiempo en familia frente al lago. De niños siempre fuimos muy unidos y por las realidades de la vida apurada tan típica de Norteamérica, responsabilidades familiares y asuntos de trabajo, no nos veíamos a menudo. Playa consintió un espacio de encuentro para ambos que yo creo merecíamos después de tantos años de ajetreo. Mi primo aparte, es mucho mas ecuánime que yo (que por lo general ando muy inquieto y extra alerta), tiene un sentido del humor inigualable y se burlaba de cada uno de mis errores al comienzo. Fueron esos momentos de risas los que mas disfruté en el verano. El tiempo en familia es siempre el más valioso.
¿Cosas a mejorar?
La naturaleza de toda empresa es naturalmente crecer, expandirse, no dejar de innovar y adaptarte a nuevas circunstancias. Si no evolucionas con tal de mantener algún tipo de estabilidad corres el riesgo de quedarte en el pasado y esta ciudad le pertenece por completo al futuro. Nosotros por ejemplo aun no estamos en Tik-Tok y sé que eso es algo que debo mejorar. Yo siempre he sido malo con eso del «keep up», el primer celular lo tuve a los 19 años, eso te da una idea. Por suerte mi mujer es la que atiende Instagram porque yo aún no lo entiendo muy bien, pero estoy aprendiendo.


¿Qué hace diferente a Playa Kayak de las otras empresas similares en el área?
Playa es la empresa de este tipo más pequeña en la zona y posiblemente en todo Toronto. Esto hace que el trato sea totalmente personal, cada uno de mis clientes es tratado con respeto, cariño y agradecimiento. Tal vez por haber trabajado tantos años en atención al cliente comprendo perfectamente lo esencial de una buena experiencia y buen trato. Al ser latinos, creo que la hospitalidad es percibida de manera inmediata. Nosotros como se dice en inglés «go an extra mile» y nuestros reviews online hablan por si solos. Playa es, como dicen los ticos, pura vida, es un espacio inclusivo donde nosotros no esperamos que nadie sea un experto kayakeando. Todo lo contrario, nuestro objetivo es educar y construir relaciones perdurables con nuestros usuarios.
Muchos de nuestros clientes no tienen la menor idea de lo vibrante que es esta comunidad en el verano. Cuando los vemos marcharse sonrientes como si hubiesen descubierto un tesoro en esta parte de la ciudad, esa termina siendo una de las más lindas recompensas.




¿Es seguro venir a Kayakear considerando el contexto actual que estamos viviendo?
Sin duda alguna, no sólo es seguro sino altamente recomendado. La provincia de Ontario ha dejado muy claro que el hacer ejercicio es una tarea vital, especialmente en estos tiempos. El sistema inmune se beneficia enormemente al estar remando en el lago. Los deportes acuáticos y en especial «kayaking» es de los ejercicios que más incrementan la salud física y mental, así como el bienestar emocional. Uno de los efectos más devastadores que ha tenido esta pandemia ha sido el incremento en crisis mentales, ataques de nervios, depresión y ansiedad. Una de las mejores vacunas para estos problemas ligados al confinamiento son las actividades al aire libre. Y dónde mejor para beber grandes dosis de vitamina D que en la arena.
Playa Kayak toma todas las medidas de precaución recomendadas por la ciudad. Nos encontramos en un lugar abierto, lo mismo en la tierra como en el lago, tenemos espacio de sobra para mantener el distanciamiento requerido.

¿Que te gustaría lograr en el futuro con Playa?
El año pasado tuve un empleado part-time en los días más ocupados y me alegró mucho poder proporcionarle empleo a alguien. Me gustaría en algún momento poder ofrecerle trabajo a un joven que lo necesite como mucha gente que me tendió a mí la mano en su momento. Yo llegué de Cuba con 15 años, ese mismo mes ya estaba trabajando en una fábrica de cortinas, el año siguiente volví a trabajar en esa misma fábrica para poder visitar a mi abuela en Cuba. El dueño de esa fábrica, Vince LoSerro, mi primer jefe, es alguien a quien jamás olvidaré y hombre de gran rectitud y carácter pero de muy buen corazón. A los 17 años trabajé en MacDonalds friendo hamburguesas. A los 18 en Sobeys cortando verduras y cargando cajas. Luego comencé a vivir solo y por accidentes de la vida (un incendio) a los 19 me vi durmiendo nuevamente en el sofá de mi madre. Mi orgullo y espíritu de adolescente rebelde me hicieron sentirme una carga. Mi mamá en aquellos tiempos trabajaba part-time en una fábrica de cervezas y estaba pasando por un momento difícil, que sólo ahora logro entender con mejor claridad. Al querer vivir bajo mis reglas y a pesar de las súplicas de que no me marchara, me fui de casa y terminé viviendo alrededor de 1 año y medio en los shelters para jóvenes de esta ciudad. Durante ese tiempo, trabajé en la construcción y en restaurantes, mucha gente buena confió en mí.
Me gustaría que Playa me dé la posibilidad de poder hacer lo mismo con alguien que esté en una situación similar a la que yo pasé. Darle trabajo a algún muchacho y poderle decir: «regresa a casa». Ese sería un gran logro, encontrarme un joven orgulloso, independiente y rebelde de 19 años que esté dispuesto a trabajar para no depender de nadie. Darle trabajo a un muchacho así sería una dicha.

¿Qué consejos les darías a quienes están planeando venir a divertirse con Playa Kayak?
Primero que nada gracias infinitas, luego que traigan agua, es vital mantenerse hidratado en días soleados mientras están en el lago. Segundo, si no saben algo, sin pena pregunten. Estamos aquí para que se sientan en casa y disfruten de esta comunidad acuática. Playa se trata sobretodo de pasar un buen rato con lo más simple y perdurable: la naturaleza. Lo tercero, es intentar no cargar con mochilas que pesen mucho o venir en tacones a la playa. Bronceador, gafas, sandalias y ropa cómoda. Andar ligero tiene sus ventajas. Y finalmente, y eso lo tengo que decir, aunque me cueste algún cliente, ser uno mismo y no caer en pretensiones. Con este negocio no pienso hacerme rico, ese nunca fue el objetivo, la riqueza mayor es poder disfrutar de mi corto verano con mi mujer a mi lado, conocer gente buena y poner un buen plato de comida en mi mesa. Lo demás es algo extra, no me va la vida en ganar un peso más o un peso menos.
Lo primordial es ver a todos mis clientes marcharse sonriendo. Somos flexibles con el tiempo, no es un secreto, por eso muchos regresan y nos recomiendan, pero tampoco me gusta cuando alguien abusa de nuestra bondad. Si traes amor, buena energía y cariño, en Playa tendrás siempre las puertas abiertas.
Después de haber pasado por tanta tormenta, huracanes y torbellinos solo nos interesan los buenos vientos, vengan de donde vengan. Los clientes que llegan dando órdenes, lecciones, emitiendo juicios o tratando de abusar de nuestra gentileza, se confundieron de bote, el capitán de esta embarcación es la pasión, nuestro faro la prudencia y nuestro destino una bella experiencia.

Si quieres disfrutar de Playa Kayak te invitamos a que visites su sitio web aquí.
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